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domingo, 26 de julio de 2009

Comprados con sangre


"Y los soldados entretejieron una corona de espinas y la pusieron sobre su cabeza y le vistieron con un manto de purpura. Y él cargando su cruz, salió al lugar llamado de la Calavera y allí le crucificaron" S.Juan 19:2,17,18

El testimonio de Jesús nunca se podrá olvidar, porque está latente en nuestros corazones día a día. Podemos vivir su historia cuando leemos la palabra, sentimos su dolor, el anhelo de salvar una humanidad. Cuando Dios creó al mundo, su máxima creación fue el hombre y la mujer, los hizo perfecto. El poder de Dios fue más allá del presente. Dios sabía que en un futuro habría corrupción y el pecado dominaría a la raza humana.

Dios en su sabiduría al crear el mundo y conocer su fin. Trazó un gran plan de salvación, porque él sabía que nadie podría salvarse ante el poder de las tinieblas. Su plan consistió de que en un momento preciso su único hijo tenía que despojarse de su gloria y hacerse hombre, para darnos salvación. Cuando fue cumplido su nacimiento, Dios se le reveló aquellos que iban ser testigos de su gran poder. Muchos le reconocieron como el hijo de Dios, otros le injuriaban diciendo que no era el Cristo que ellos esperaban. Tal vez no pudieron aceptar que Jesús viniera al mundo con toda su humildad.

" Y dió a luz a su hijo primogénito y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón." S.Lucas 2:7. Tal vez muchos esperaban a un rey con todo su poderío y riquezas. Pero no fue así con Cristo Jesús. Si él hubiera venido con todo su esplendor, las gentes hubieran sido fáciles de convencer. Y Dios lo que quería era que la humanidad aceptara que eran pecadores y que necesitaban ser perdonados para darles salvación. Un Rey que se hizo pobre para salvar a una humanidad. Clavos traspasaron su manos y sus pies, una corona de espina fue puesta en su cabeza y una espada traspasó su costado. Esta fue la prueba de amor más grande hacia nosotros. El hijo de Dios se entregó para morir por tí. Dios entregó a su hijo para demostrarte cuanto te ama. "Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su hijo unigénito; para que todo que en cree, no se pierda mas tenga tenga vida eterna." S. Juan 3:16

Cuando Cristo caminó por la Vía Dolorosa calgando su cruz pesada, no pensó cuanto pesaba, pensó en que tenía que llevarla al lugar destinado a morir.
El solo pensaba tengo que llegar; para poder salvarte a tí. Cuando lo crucificaron el sentía cada clavo traspasado, pero seguía pensando tengo que soportar el dolor para salvarte a tí. Que mucho tuvo que sufrir Cristo en esas horas de agonía para redimir un pueblo pecador. Cada gota de sangre que bajaba por su rostro, que brotaba por sus heridas, por sus manos, por los pies, aún la hérida de su costado. Fue el gran precio que tuvo que pagar Cristo para darnos la salvación. Esa sangre fue la que compró tu salvación, su sangre preciosa te salva de todo pecado, te sana y te liberta de esclavitud de Satánas. " Al que nos amó y nos lavó de nuestros pecados con su sangre" Apoc. 1:5 "Sabiendo que fuistes rescatados de vuestra manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres no con cosas corruptbles, como oro y plata, sino con la sangre preciosa de Cristo" 1 Pedro 1: 18,19

Solo siendo comprados con la sangre preciosa de Cristo podemos obtener la Salvación. Dale hoy tu corazón, no camines más sin Cristo porque sí la muerte te sorprendiere tal vez no tengas la oportunidad de arreglar tu vida con Dios. Deja que él entre a tu corazón y su sange te limpiará y tendrás un corazón nuevo, y tendrás paz. Avanza porque la venida de Cristo se acerca ya.

Por: July Santiago

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